5.3.2. Uso de delamanid en menores de 3 años con TB-RR/MDR
Recomendación
En menores de 3 años con TB‑RR/MDR se puede usar el delamanid como parte de los esquemas alargados (recomendación condicional, evidencia de certeza muy baja).
Observaciones
Recomendación
En menores de 3 años con TB‑RR/MDR se puede usar el delamanid como parte de los esquemas alargados (recomendación condicional, evidencia de certeza muy baja).
Observaciones
Recomendación
En menores de 6 años con TB‑RR/MDR se puede usar un esquema de tratamiento totalmente oral que contenga bedaquilina (recomendación condicional, evidencia de certeza muy baja).
Observaciones
Se estima que en la población infantil ocurren de 25 000 a 32 000 casos de TB‑RR/MDR cada año (75-77). En el 2018, 3398 menores de 15 años comenzaron a recibir el tratamiento de segunda línea contra la TB‑RR/MDR.
La ejecución de esta recomendación debe estar sujeta a un seguimiento y evaluación continuos, a fin de procurar una aplicación de gran calidad adaptada al contexto local. También es importante la aceptación del esquema y el seguimiento de los resultados del tratamiento en los pacientes que reciben el esquema.
Una consideración primordial de la ejecución es la administración del esquema de intervención con las dosis correctas de los fármacos incluidos, utilizando las presentaciones adecuadas para pacientes pediátricos disponibles en la actualidad, con DFC cuando sea posible. El esquema incluye isoniacida, rifampicina, pirazinamida y etionamida y se administra de la siguiente manera:
Población infantil con infección por el VIH. La mayoría de los estudios de la revisión se limitó a la población infantil seronegativa frente al VIH. Los pacientes seropositivos representaron una pequeña proporción de los casos con meningitis por TB en general y todos recibieron el esquema de intervención. En los tres estudios incluidos en la revisión de la evidencia que utilizaban el esquema de intervención se encontraban 11 casos con infección por el VIH (de un total de 724 casos).
Después de la infección por M. tuberculosis, la población infantil de corta edad corre un riesgo alto de evolución hacia las formas más graves de la enfermedad, de las cuales la más mortífera es la meningitis por TB. Esta forma afecta principalmente a este grupo etario, con una frecuencia máxima de inicio entre 2 y 4 años (2).
Recomendación
En la población infantil y adolescente con meningitis por TB confirmada bacteriológicamente o diagnosticada mediante criterios clínicos (sin presunción ni prueba de TB‑RR/MDR), se puede usar un esquema intensivo de seis meses (6HRZEto) como alternativa al esquema de 12 meses (2HRZE/10HR)
(Recomendación condicional, evidencia de certeza muy baja).
Observaciones
Los requisitos de seguimiento clínico del esquema acortado permanecen iguales a los del esquema de seis meses y los resultados del tratamiento se determinan al final del esquema de cuatro meses.
Si no hay una mejoría clínica suficiente después de completar el esquema de cuatro meses, el médico puede decidir prolongar el tratamiento hasta seis meses y al mismo tiempo considerar otros diagnósticos posibles, incluida la TB‑DR.
Apreciar la gravedad de la enfermedad. Se reconoció que la factibilidad de valorar la gravedad de la enfermedad por TB, sobre todo en los entornos sin acceso a la radiografía de tórax o capacidad para interpretarla y sin las pruebas de diagnóstico recomendadas por la OMS, es un aspecto importante en materia de ejecución. El Grupo de Elaboración de las Directrices reconoció la radiografía de tórax como una herramienta primordial en la valoración de la gravedad de la enfermedad intratorácica.