Algunos pacientes pueden necesitar permanecer en el hospital para recibir el tratamiento de la TB. Es el caso de un paciente con una forma grave de TB-DS o TB-DR (por ejemplo, meningitis, infección vertebral, pericarditis, TB miliar o enfermedad pulmonar grave por TB con signos de dificultad o insuficiencia respiratoria o sepsis), con enfermedades concomitantes graves (por ejemplo, desnutrición grave, infección por el VIH no tratada, diabetes mal controlada), de muy corta edad o de edad avanzada, o que presente reacciones adversas graves a los medicamentos (66).