Manuales operativos

4.3.3. Exploración clínica

Aunque en la exploración clínica no hay resultados que puedan confirmar la TB, algunos signos clínicos son muy indicativos de la TB. Además, una serie de signos inespecíficos deben suscitar la sospecha clínica y motivar una evaluación para detectar la enfermedad por TB. Las siguientes características clínicas pueden alertar a los prestadores de atención de que el niño puede tener la TB (6, 72):

4.3.1. Signos y síntomas típicos de la TB pulmonar

En la mayoría de los casos, los niños con enfermedad por TB desarrollan signos y síntomas crónicos que no remiten y que persisten durante más de dos semanas sin que se produzca una mejoría sostenida o una resolución después del tratamiento de afecciones alternativas (p. ej., antibióticos para la neumonía, antimaláricos para la fiebre, rehabilitación nutricional para el retraso del crecimiento o la desnutrición). La presentación clínica más común de la TB pulmonar en la población infantil es la tos persistente y la ganancia ponderal insuficiente.

4.3. Enfoques diagnósticos: TB pulmonar

Se entiende por TB pulmonar cualquier caso de TB confirmado bacteriológicamente o diagnosticado clínicamente que afecte al parénquima pulmonar o al árbol traqueobronquial. La linfadenopatía intratorácica, mediastínica o hiliar, por TB también se clasifica como TB pulmonar, tras una consulta de expertos convocada por la OMS en septiembre del 2021.¹⁵ La TB miliar se clasifica como TB pulmonar porque hay lesiones en los pulmones. El derrame pleural por TB sin anomalías radiográficas en los pulmones constituye una TB extrapulmonar.

4.1. Introducción

En el proceso de continuidad asistencial, la evaluación diagnóstica es la etapa posterior al tamizaje. Los niños y adolescentes con resultados positivos durante la investigación de contactos o en el tamizaje en los establecimientos de salud, así como los que acuden a un establecimiento de salud con signos y síntomas de TB y en los que se determina que tienen una TB presuntiva, deben ser evaluados más a fondo para detectar la enfermedad por TB.

3.4. Prevención y control de la infección por TB

La Estrategia Fin de la TB hace hincapié en la necesidad de la prevención en todos los esfuerzos para poner fin a la epidemia de TB, incluidos la prevención y el control de infecciones en los servicios de atención de salud y otros entornos de transmisión alta (7). Las prácticas de prevención y control infecciones son fundamentales para reducir el riesgo de transmisión de M. tuberculosis, al reducir la concentración de núcleos goticulares contagiosos en el aire y la exposición de las personas vulnerables a dichos aerosoles.

3.3.8.1. Consideraciones especiales relativas a la adhesión en la población infantil

Los lactantes y los niños dependen de los cuidadores para la administración de los medicamentos. Los obstáculos a los que se enfrentan los cuidadores adultos pueden contribuir a la omisión de dosis de los niños. Las consideraciones relativas a la adhesión en la población adolescente se tratan en la sección 7.4.

Entre los posibles obstáculos para la población infantil se encuentran los siguientes: