Manuales operativos

3.3.8. Adhesión al TPT

La adhesión a cualquier ciclo de tratamiento es un comportamiento complejo en el que influyen muchos factores, como la motivación personal, las creencias sobre la salud, los riesgos y beneficios percibidos del tratamiento, las afecciones concomitantes, las demandas concurrentes que entran en conflicto con la toma de medicamentos, el entorno familiar, la complejidad del esquema de tratamiento, la toxicidad de los medicamentos, así como la confianza en los prestadores de servicios y la relación con ellos.

3.3.7. Seguimiento de la población infantil y adolescente que recibe TPT

En la población infantil y adolescente que recibe TPT, se debe hacer una revisión cada mes si siguen un esquema de tres meses (por ejemplo, 3HR o 3HP) o cada dos meses si reciben un esquema de seis meses (por ejemplo, 6H) o TPT de la TB‑DR, a ser posible en un establecimiento de salud o por parte de personas que apoyan el tratamiento (véase la sección 6.4), o mediante el uso de herramientas digitales como el tratamiento apoyado por video (69).

3.3.5.2. Posología

El grupo de trabajo de la OMS sobre farmacocinética y farmacodinámica analizó la evidencia disponible obtenida en ensayos clínicos de la rifapentina y sugirió una dosis simplificada para varias franjas de peso para los esquemas de 3HP y 1HP para las Directrices unificadas de la OMS sobre la tuberculosis del 2020. Módulo 1: Prevención. Tratamiento preventivo de la tuberculosis (28). En el cuadro 3.2 se presenta la posología habitual, por edad y peso corporal, para los esquemas de TPT recomendados.

3.3.5.1. Consideraciones relativas a la puesta en práctica

La elección del esquema de TPT depende de la edad del niño, el estado respecto a la infección por el VIH y la situación respecto al TAR, y la disponibilidad y asequibilidad de formulaciones adecuadas (aptas para la población pediátrica).¹⁴ En la población infantil y adolescente con infección por el VIH y que recibe TAR, los esquemas que contienen rifampicina y rifapentina deben prescribirse con precaución, debido a las posibles interacciones farmacológicas (véanse la sección 7.1 y los cuadro 7.2

3.3.4.1. Prueba de la tuberculina

La prueba de la tuberculina es un método para detectar la infección por TB que consiste en la inyección intradérmica de un derivado proteico purificado (PPD) de tuberculina. La exposición previa da lugar a una reacción de hipersensibilidad local de tipo retardado en un plazo de 24 a 72 horas (6). La reacción se identifica como una induración palpable en el lugar de la inyección. Únicamente indica la hipersensibilidad a proteínas del bacilo de la TB como resultado de la infección por M. tuberculosis o inducida por la vacunación con la BCG.

3.3.4. Pruebas para detectar la infección por TB

Para detectar la infección por TB se puede utilizar la prueba de la tuberculina o un ensayo de liberación de interferón γ. Las personas con infección por el VIH que reciben TAR (incluida la población infantil y adolescente) se benefician del TPT independientemente de si los resultados en la prueba de detección de la infección por TB son positivos o negativos. Se ha demostrado que las personas con infección por el VIH que no siguen TAR y tienen resultados positivos en la prueba de detección de la infección por TB se benefician más del TPT que las personas con resultados negativos (49).

3.3.3.3. Población infantil y adolescente con infección por el VIH

En la población infantil y adolescente con infección por el VIH, se debe realizar el tamizaje de la enfermedad por TB en cada visita a un establecimiento de salud o en cada interacción con un trabajador de salud, mediante preguntas de tamizaje habituales, como parte de la atención clínica habitual (véase el capítulo 2). Es poco probable que quienes no refieren algún síntoma del cuestionario tengan una enfermedad por TB, y se les debe ofrecer el TPT, independientemente de su situación respecto al TAR.