Manuales operativos
2.4.4. Tamizaje de la población adolescente con infección por el VIH
Como se destaca en el recuadro 2.7, el tamizaje sistemático de la enfermedad por TB debe realizarse en la población adolescente con infección por el VIH utilizando el tamizaje de cuatro síntomas recomendado por la OMS. Quienes refieran alguno de estos cuatro síntomas (tos actual, fiebre, pérdida de peso o sudoración nocturna) pueden tener TB, y es necesario evaluarlos para detectar la TB y otras enfermedades.
2.4.3. Consideraciones relativas a la puesta en práctica
La población infantil con infección por el VIH debe ser objeto de un seguimiento estrecho en el sistema de atención de salud. En cada contacto con el sistema de atención de salud, se debe hacer el tamizaje de la TB en quienes viven en entornos con incidencia alta de TB.
2.4.2. Otras pruebas de tamizaje
En la actualidad, no existen datos adecuados para extrapolar el uso de la radiografía de tórax, el tamizaje de la TB basado en la proteína C reactiva en el punto de atención o las PDRm recomendadas por la OMS como pruebas de tamizaje de los adultos a los menores de 10 años con infección por el VIH. La radiografía de tórax puede usarse para el tamizaje de la TB en niños con infección por el VIH que son contactos estrechos de personas con TB contagiosa (véase la sección 2.3.1).
2.4.1. Tamizaje de síntomas y contacto
Figura 2.8. Algoritmo para el tamizaje de la TB en la población infantil con infección por el VIH con síntomas
2.4. Tamizaje de la población infantil y adolescente con infección por el VIH
La población infantil con infección por el VIH corre un gran riesgo de evolucionar rápidamente hacia una enfermedad grave y de morir si se pasa por alto el diagnóstico de TB. La probabilidad de que un niño con infección por el VIH evolucione hacia la enfermedad por TB es 3,5 veces mayor que la de un niño sin infección por el VIH (29). El riesgo, aunque muy reducido, sigue siendo elevado en los niños que reciben tratamiento antirretroviral (TAR).
2.3.2. Consideraciones relativas a la puesta en práctica del tamizaje de la TB en niños que son contactos estrechos de un caso de TB
Cuando ya se ha identificado a los contactos de una persona con TB, se debe hacer el tamizaje de síntomas de TB de los contactos, una radiografía de tórax o ambos, y posteriormente una evaluación diagnóstica adecuada (15, 28).
2.3.1.4. Pruebas para detectar la infección por TB
En la población infantil, igual que en la adulta, no se deben utilizar la prueba de la tuberculina ni el ensayo de liberación de interferón γ para detectar la enfermedad por TB en la población infantil (26, 27), ya que estas pruebas no pueden distinguir la infección por TB de la enfermedad por TB ni tampoco predecir quién evolucionará hacia la enfermedad por TB. Ambas pruebas proporcionan un marcador de la infección por TB, pero pueden verse influenciadas por mecanismos no relacionados con la infección por TB y dar resultados negativos falsos o positivos falsos.
2.3.1.3. Pruebas moleculares de diagnóstico rápido recomendadas por la OMS
Actualmente no se recomiendan las PDRm recomendadas por la OMS para el tamizaje de la enfermedad por TB en la población infantil y adolescente menor de 15 años, pero deben usarse para diagnosticar la TB en la población infantil con resultados positivos en el tamizaje de síntomas o en la radiografía de tórax (véase el capítulo 4)
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