Manuales operativos

6.3.4 Cuidados paliativos al final de la vida para las personas con TB

Los cuidados al final de la vida se pueden prestar en un entorno hospitalario (hospital o centro de cuidados paliativos) o en el hogar, en función de: la preferencia del paciente; la voluntad de los familiares y la comunidad de proporcionar atención domiciliaria; la presencia de una necesidad médica de atención hospitalaria, y la capacidad real de aplicar un control adecuado de infecciones en cada entorno (91, 122).

6.3.3 Toma de decisiones sobre la interrupción del tratamiento de la TB

Si se considera la posibilidad de interrumpir el tratamiento de la TB-DR, debe comentarse con todo el equipo clínico, incluido el paciente y todo el personal médico, de enfermería y trabajadores de la salud o personas de apoyo al tratamiento que participen en la atención del paciente. Si el equipo clínico decide en conjunto que el tratamiento debe interrumpirse, se debe preparar un plan claro para plantearlo al paciente y a la familia. Este proceso suele requerir una interacción personal con el paciente y la familia, a poder ser con visitas domiciliarias, y puede tomar varias semanas.

6.2.8 Ahorro de costos derivado de la integración de los cuidados paliativos en los programas de TB

El conjunto básico de cuidados paliativos no aumenta de manera considerable el costo de la atención y el tratamiento habituales de la TB, si es que lo hace en alguna medida. Cada vez hay más evidencia en favor de que los cuidados paliativos integrados en los sistemas de atención de salud y que incluyen la atención domiciliaria pueden ahorrar dinero a estos sistemas al reducir las hospitalizaciones cerca del final de la vida y la duración de las estancias hospitalarias (92, 105, 122-125).

6.2.6 Tratamiento de los trastornos por consumo de sustancias y otras afecciones concomitantes

Las personas afectadas por la TB a menudo tienen, además, otras afecciones médicas como infección por el VIH y sida, diabetes, hepatitis, enfermedad pulmonar crónica, enfermedad neurológica, trastornos por consumo de sustancias y otros problemas de salud mental. Algunas de estas enfermedades y discapacidades pueden contribuir por sí mismas a causar un mayor riesgo de muerte de las personas con TB durante y después del tratamiento.