Población infantil y adolescente
5.2.12.3. Fracaso del tratamiento
Se considera que una persona presenta un fracaso terapéutico si fue necesario concluir su esquema de tratamiento o sustituirlo permanentemente por un nuevo esquema o una nueva estrategia de tratamiento. Entre los motivos para hacer este cambio se encuentran la falta de respuesta clínica o bacteriológica, las reacciones adversas a los medicamentos y la evidencia de resistencia a los medicamentos del esquema (108).
Se debe considerar la posibilidad de un fracaso terapéutico en un niño o adolescente que esté recibiendo tratamiento de la TB y (72):
Resumen
Introducción
La población infantil y de adolescentes jóvenes (menores de 15 años) representa alrededor de 11% de todas las personas con tuberculosis (TB) en el mundo. Esto significa que 1,1 millones de niños y niñas enferman por TB cada año y cerca de la mitad son menores de 5 años.
2. Tamizaje de la TB e investigación de contactos
En este capítulo se incluyen las recomendaciones actuales de la OMS que se aplican a la población infantil y adolescente sobre el tamizaje de la TB y la investigación de contactos. Se han unificado a partir de las directrices actuales de la OMS sobre el tamizaje sistemático de la enfermedad por TB y la investigación de contactos, a saber, las Directrices unificadas de la OMS sobre la tuberculosis. Módulo 2: Tamizaje. Tamizaje sistemático de la tuberculosis (11) y Guidance for national tuberculosis programmes on the management of tuberculosis in children (segunda edición) (8).
5.4.5. Calidad de vida relacionada con la salud después de la TB
La calidad de vida relacionada con la salud es la calidad percibida de la vida diaria de una persona. Es una forma integral de cuantificar y medir la morbilidad asociada a la enfermedad y el impacto de las intervenciones de salud. Ejemplos de herramientas genéricas, no específicas de la enfermedad, que pueden utilizarse en niños de corta edad, incluidos los que tienen TB, son los cuestionarios EQ‑5D‑Y y TANDI (153, 154). El EQ-5D-Y es un cuestionario autoadministrado que se utiliza mucho en la población infantil de 8 años o más (155).
5.4.4. Enfermedad osteoarticular después de la TB en la población infantil y adolescente
Aunque la TB osteoarticular es infrecuente (aproximadamente entre 1% y 2% de todos los niños con TB y 8% de los niños con TB extrapulmonar), las posibles consecuencias a largo plazo de la enfermedad, sobre todo en los niños, pueden ser importantes (149).
5.4.3. Enfermedad pulmonar después de la TB en la población infantil y adolescente
Según los datos obtenidos en la población adulta con TB, una proporción considerable de personas refieren que tienen síntomas residuales, como tos y disnea, a pesar de la curación microbiológica al final del tratamiento de la TB. Esto repercute en su calidad de vida y aumenta el riesgo de muerte prematura (141-143). La TB pulmonar previa aumenta sustancialmente el riesgo de TB recidivante, lo que puede deberse, al menos en parte, al daño pulmonar residual (144, 145).
5.4.2. Secuelas de la meningitis por TB en la población infantil y adolescente
La meningitis por TB es la forma más debilitante de TB en la población infantil. Tiene altas tasas de secuelas neurológicas a pesar de la curación y afecta desproporcionadamente a los menores de 5 años (4, 134). El riesgo conjunto de secuelas neurológicas en los niños con meningitis por TB fue de aproximadamente 50% en una revisión sistemática de los resultados del tratamiento, y el estadio clínico más avanzado de la enfermedad en el momento del diagnóstico (estadios 2a/b y 3) se asoció a peores resultados al final del tratamiento (94).
5.4.1. Salud después de la TB
Ha aumentado la concientización sobre las consecuencias de la enfermedad por TB en la población infantil y adolescente que van más allá de la supervivencia y la finalización del tratamiento (131, 132).
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