Población infantil y adolescente
5.3.4.1. Seguimiento de la respuesta al tratamiento
El seguimiento de la respuesta al tratamiento en la población infantil y adolescente incluye parámetros clínicos, radiológicos y microbiológicos. En la población infantil, el seguimiento microbiológico de la respuesta al tratamiento puede constituir un desafío por las mismas razones por las que es difícil obtener un diagnóstico microbiológico. Sin embargo, en la población infantil y adolescente con un diagnóstico confirmado bacteriológicamente, es importante hacer el seguimiento de la conversión de la baciloscopia y del cultivo y confirmar la curación, como recomienda la OMS.
5.3.4. Seguimiento de la población infantil y adolescente que recibe tratamiento de la TB-RR/MDR
Cuando ya se encuentran en tratamiento de la TB‑RR/MDR, se debe realizar periódicamente el seguimiento de los niños y adolescentes para evaluar su respuesta al tratamiento; detectar el fracaso del tratamiento de forma temprana; hacer el seguimiento de los eventos adversos; y proporcionar apoyo psicosocial y financiero a los niños y a sus cuidadores.
5.3.3.2. Formulaciones
Se han desarrollado formulaciones dispersables aptas para la población pediátrica de muchos medicamentos de segunda línea contra la TB. Los PNT deben adquirir estas formulaciones, que son claramente preferibles para el tratamiento de niños de corta edad con TB‑RR/MDR respecto a las formulaciones para adultos, que deben manipularse (dividir, triturar o disolver).
5.3.2.5 Consideraciones especiales: Meningitis por TB
Las recomendaciones sobre los esquemas alargados de tratamiento de la TB‑RR/MDR para la población adulta también se aplican a la población infantil y adolescente con formas graves de TB‑RR/MDR extrapulmonar, dado que no reúnen los requisitos para recibir el esquema acortado totalmente oral con bedaquilina. Además de los principios descritos anteriormente, el tratamiento de la meningitis por TB‑RR/MDR debe guiarse por la capacidad de los fármacos de atravesar la barrera hematoencefálica y por las concentraciones resultantes en el LCR, cuando se conozcan (cuadro 5.13).
5.3.2.4. Enfoque práctico para el diseño de esquemas individualizados de tratamiento de la TB‑RR/MDR
En el cuadro 5.12 se resumen los posibles esquemas de tratamiento individualizado de la TB‑RR/MDR para la población infantil de todas las edades y la población adolescente, basándose en los principios descritos anteriormente y teniendo en cuenta la resistencia a las fluoroquinolonas y a otros fármacos, así como el cumplimiento de los requisitos para recibir el esquema acortado.
5.3.2.3. Esquemas alargados individualizados para niños con TB‑RR/MDR que no cumplen los requisitos para recibir el esquema estandarizado totalmente oral con bedaquilina
Los niños que no cumplen los requisitos para recibir el esquema estandarizado totalmente oral con bedaquilina son los que no cuentan con una confirmación bacteriológica (p. ej., con un diagnóstico clínico); aquellos en los que no se ha descartado la resistencia a las fluoroquinolonas (en sus propias muestras); los que presentan una TB extrapulmonar farmacorresistente que no sea una linfadenopatía periférica; los que tienen una enfermedad pulmonar extensa; o los que anteriormente han estado expuestos durante más de un mes a los medicamentos del esquema acortado.
5.3.2.2. Esquema acortado totalmente oral con bedaquilina para la TB‑RR/MDR en la población infantil
El esquema estandarizado acortado totalmente oral con bedaquilina se puede usar ahora en la población infantil de todas las edades en condiciones programáticas.¹⁷ En la población infantil con TB‑MDR confirmada, los requisitos para recibir este esquema son los mismos que en la población adolescente y adulta:
5.3. Tratamiento de la TB resistente a la rifampicina y multirresistente en la población infantil y adolescente
En esta sección se describe un enfoque práctico para el tratamiento de los niños con TB resistente a la rifampicina (TB‑RR) y TB‑MDR (resistente tanto a la rifampicina como a la isoniacida). Abarca la identificación de los niños que deben recibir tratamiento para la TB‑RR/MDR, la decisión sobre el esquema de tratamiento más adecuado, el seguimiento y otras cuestiones relativas a la puesta en práctica relacionadas con el tratamiento.
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